Una y otra vez se predica, con ocasión de este tiempo litúrgico, que no se haga caso de aquellos que "anuncian el fin" pues nadie sabe el día y la hora, sino sólo Dios.
Y es cierto, si bien "respecto a aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo sino sólo el Padre" (Mateo 24, 36), no menos cierto es que no se pueden ignorar tranquilamente los sucesos que van a acompañar y preparar los acontecimientos específicamente escatológicos, toda vez que Jesucristo NO dijo: "Bienaventurados los despreocupados de las señales de los tiempos, porque no andarán perdiendo el tiempo", sino que muy al contrario nos exhortó a estar atentos y vigilantes porque ignorábamos exactamente cuándo sería el momento, razón por la cual tenemos que estar con los ojos bien abiertos porque así está dada la sentencia evangélica: "De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que Él está cerca, a las puertas" (Mateo 24, 32 – 33).
Tan mandatorio es este asunto, que el mismo Jesucristo tachaba de hipócritas a los escribas y fariseos por ser incapaces de percibir las señales anunciadas sobre los tiempos relativos a la primera venida de Cristo, y les dijo: "¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿por qué entonces no discernís las señales de este tiempo?" (Lucas 12, 54 – 56).
Por tanto, la pregunta no es ¿cuándo será el día? sino más bien ¿cuáles son las señales indicadoras de que el tiempo está cerca, a las puertas? Y es indudable que el siglo XX y los primeros años de este siglo XXI se han caracterizado por una multiplicidad de signos y señales que vienen perfectamente a responder a lo que el mismo Jesucristo nos indicó como las señales precursoras de su Venida, entre las cuales está una apostasía o falta de fe generalizada en el mundo que iba a preceder su Segunda Venida a la tierra, al grado que el mismo Señor Jesucristo dijo: "Cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?" (Lucas 18, 8).
Así pues, el sentido común nos invita a no ser insensatos y a asumir una postura de un mínimo de sensibilidad y lógica ante los diversos acontecimientos que están ocurriendo y a los que no se les puede ignorar o despreciar, ya que sería una verdadera necedad de nuestra parte el no prestarles importancia y de alguna forma estaríamos jugando a la ruleta rusa. Atender a las señales de los tiempos es muestra de sensatez y cordura, y esto implica a todos, incluyendo sacerdotes, obispos y cardenales de la Iglesia.
Para que el lector tenga una visión amplia de las señales que de alguna manera confirman que estamos viviendo ya el Fin de los Tiempos de apostasía e incredulidad, previos a la Gran Tribulación que vendrá al mundo y que concluirá precisamente con la Parusía de Jesucristo, citaremos una serie de signos que permitirán visualizar y comprender el dramatismo de estos tiempos:
Religiosos
La falta de fe en el mundo, con tintes de apostasía generalizada. Gradualmente se van apagando los principios cristianos que sustentaron la cultura occidental y europea en 2,000 años.
El deterioro espiritual y moral de pastores y príncipes de la Iglesia. El apego a los placeres, honores y dinero es de conocimiento público.
Los escándalos públicos de la vida pecaminosa por delitos de pederastia y pedofilia de no pocos sacerdotes, obispos y cardenales.
La indiferencia profunda de los hombres hacia las cosas de Dios. Existe una falta de conciencia de pecado en la mayoría de los cristianos, que viven su fe de solo apariencias y de compromisos sociales.
Un espíritu masónico dentro de la Iglesia que ha conducido a la obsesiva preocupación por la promoción humana y sentimentalismo religioso, en perjuicio de la finalidad específica que es la salvación eterna de las almas.
También resulta patente la falta de fe en las naciones, que se manifiesta en un Estado laical que no busca el bien común para que el hombre pueda alcanzar su fin natural y espiritual, sino simplemente un orden social, panteísta y antropocéntrico, producto de filosofías erradas que se remontan al siglo XIV, y que ha traído una serie de errores modernos como el escepticismo, el racionalismo, el idealismo, el materialismo, el positivismo, el existencialismo y el modernismo.
Crítica abierta a la Iglesia Católica en sus principios, dogmas, Evangelio y a la figura de Cristo y al Papa por parte de la opinión pública mundial.
Una relajación para lo divino que por donde quiera se oye hablar de mensajes vanos y superficiales venidos supuestamente del Cielo, así como falsos videntes y profetas; falsos Cristos; proliferación de gurús y sectas apocalípticas.
Aumento de profecías esotéricas, ocultistas, paganas, de indios americanos, aztecas, mayas, alienígenas o supuestos "extraterrestres" que vienen anunciando que estamos finalizando un ciclo y que está a punto de continuar otro, pero negando siempre la intervención del Dios personal Uno y Trino en la historia, vislumbrando un futuro en forma totalmente "naturalista" o esotérico, como resultado de las solas fuerzas del hombre. El anuncio de la existencia de niños índigo.
Una vida de apariencias y superficialidad por parte de la mayoría de los cristianos que les lleva a una falta de integridad en su vivencia evangélica, lo que ha llevado a un incumplimiento de la práctica cristiana y a abrazar una especie de religiosidad light, ausente de mandamientos, de sacrificio, penitencia, expiación, en una palabra, ausente de la Cruz de Cristo.
El Islam como religión monoteísta con casi 1,200 millones de seguidores, superando a la religión católica como la más numerosa de la tierra.
La figura y perfil del Beato Papa Juan Pablo II, como el personaje más influyente y carismático del siglo XX.
El surgimiento en el siglo XX de innumerables grupos sólidos en fe, doctrina y apostolado con signo marcadamente laical y espiritualidad en torno a la Sanísima Virgen María.
El reconocimiento hecho en el año 2008 de parte de autoridades vaticanas de la aceptación de la posibilidad de existencia de vida extraterrestre.
Los pasos cada vez más claros para una próxima unidad cristiana entre Roma y las distintas Iglesias Ortodoxas.
La recuperación litúrgica del Rito de San Pío V por parte de la Iglesia de Roma.
La presencia y mensaje de la Santísima Virgen María en los últimos 180 años, a través de numerosísimas apariciones y manifestaciones, como por ejemplo: la Medalla Milagrosa (1830), La Salette (1846), Lourdes (1858), Fátima (1917), y un largo etcétera, que confirman la profecía de San Luis María Grignion de Monfort en el siglo XVII, en la que vaticinaba que la presencia de la Santísima Virgen María se iba a acrecentar conforme se acercara la Segunda Venida de Cristo.
La actitud sorda, de rechazo y represión de parte de pastores de la Iglesia sobre Mensajes y Apariciones Marianas ya aprobadas o con signos de autenticidad.
Morales
La confusión de las ideas y de los valores que se han tergiversado como consecuencia de extrañas filosofías y nuevas creencias llamando a lo malo, bueno y a lo bueno, malo.
El generalizado desorden moral en la sociedad.
El egoísmo humano con las consecuentes rivalidades entre las sociedades y los hombres.
Las protestas y manifestaciones sociales de violencia y asesinatos.
El aborto y su proyecto de legitimación mundial que ha llevado a la postre a la estimación de 60 millones de abortos al año, según informe de Vida Humana Internacional.
La falta de respeto a la vida humana en general, la eutanasia.
El deterioro moral en la familia y en la sociedad, con el consecuente abandono de hijos.
La explosión y legalización de la homosexualidad y el lesbianismo como "derechos" del hombre.
El alto índice de divorcios, la promoción indiscriminada de uso de anticonceptivos, las píldoras abortivas, el adulterio y la infidelidad conyugal como conducta cotidiana, las relaciones sexuales fuera del matrimonio.
La exaltación y encumbramiento de hombres y mujeres, frívolos, corruptos, consumidores de droga y practicantes de brujería.
Políticos
Las dos guerras mundiales y la continua guerra fría, así como los múltiples conflictos armados en diversos puntos del planeta desde 1950 a la fecha.
Las armas de destrucción masiva, así como químicas y bacteriológicas.
La revolución comunista que trajo a la postre más de 110 millones de muertos en el mundo.
Los atentados terroristas, los secuestros y golpes de Estado y guerras fratricidas en diversas regiones del planeta.
La corrupción del Estado moderno y de los gobernantes.
El ensangrentamiento de las relaciones internacionales.
La caída del muro de Berlín.
El aparente colapso del comunismo y su presencia aún visible en innumerables puntos del planeta, a través de varios regímenes de corte comunista, socialista y/o totalitaria como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Paraguay, Ecuador, Cuba, Corea del Norte, China, Irán, Siria, Rusia, España, entre otros.
El ataque a las Torres Gemelas.
El ataque del M - 11 de Madrid.
La presencia de Estados Unidos en Medio Oriente, el ataque a Irak, Afganistán, Siria, Libia.
Las guerras de religión: Islam contra Occidente.
El conflicto árabe-israelí.
El reconocimiento de la ONU en 1948 del Estado de Israel.
La vuelta de los judíos a Palestina en 1967 recuperando así la ciudad de Jerusalén y dando cumplimiento a una profecía que estuvo pendiente por casi 2,000 años.
Sociales
La búsqueda del placer como ley máxima.
El consumismo de bienes y servicios superfluos.
La frivolidad y vulgaridad en los medios de comunicación.
Las pestes y enfermedades desconocidas.
El SIDA, el cáncer incurable.
La drogadicción y el negocio de narcotráfico tolerado por multitud de gobiernos corruptos.
Económicos
La recesión económica, el desempleo.
La injusticia social y la desigualdad entre las naciones: el enriquecimiento de los ricos y el empobrecimiento de los pobres.
La carestía; el "crack" económico.
La hambruna en una 5ª parte del planeta.
La crisis y caída bursátil de innumerables empresas trasnacionales.
Globalizadores
La creación de bloques económicos mundiales, la Comunidad Económica Europea, el Tratado de Libre Comercio, el Mercosur, el Fondo Monetario Internacional.
La Organización Mundial de Comercio, la ONU, el Grupo de los Siete, el G-20, el bloque Asiático, las corporaciones transnacionales, la globalización y el proyecto de un Nuevo Orden y Gobierno Mundial.
La promoción de un ecumenismo religioso bajo la bandera de la unión de todas las religiones y creencias bajo una sola Religión Mundial.
Satánicos
Culto al demonio, luciferismo y misas negras, narco satánicos y comuniones sacrílegas.
La proliferación de espiritismo, brujería, hechicería, astrología, ocultismo, fenómenos psíquicos y superstición, avistamiento de ovnis.
Aumento considerable de obsesiones y posesiones diabólicas.
Signos e influencia satánica en caricaturas y programas de televisión.
Naturales
El cambio climatológico y estaciones extremosas.
La contaminación ambiental.
Las sequías en África, los tifones y maremotos, especialmente en Asia.
La desertificación de los trópicos, el deshielo de los casquetes polares.
El sobrecalentamiento del planeta, el efecto del fenómeno del Niño, el aumento de las erupciones volcánicas, terremotos e inundaciones de una intensidad y frecuencia nunca antes vista.
Señales cósmicas que aparecen de día y de noche y cuyo origen no se ha establecido aún por la ciencia.
Tormentas solares de máxima frecuencia con efectos electromagnéticos en toda la tierra.
Aparición y mayor descubrimiento de asteroides con comportamientos erráticos.
Tecnológicos
La era espacial.
Los satélites artificiales, la expansión electrónica, la cibernética aplicada, la micro-computación, la computadora personal para las ciencias, artes, empresas y hogares.
La comunicación digital, el rayo láser, los robots, internet y derivados, la telefonía móvil, los simuladores, el mundo de comunicación en red satelital y por fibra óptica; los chips en la piel.
Los niños probeta, la manipulación genética, la fecundación in "vitro", la clonación de animales y seres humanos.
Señales que están por venir
Son muchos los acontecimientos del más variado origen y naturaleza que están por suceder en los próximos años, de acuerdo al Fin de los Tiempos:
Colapso financiero: provocado con todo propósito por la Reserva Federal. Billones de dólares han hiper-inflacionado a los Estados Unidos lo que justificará la introducción de una Nueva Moneda Mundial.
Una Crisis y Depresión Económica de proporciones nunca antes vistas que provocará el control absoluto de la economía, con amenaza de muerte para quien no se ajuste a las determinaciones del Poder Mundial.
Un Cisma en la Iglesia que traerá el enfrentamiento de legitimidad entre dos Papas, con el gravísimo deterioro de la Iglesia Católica. (La tesis se expone en el libro del suscrito, intitulado Las Puertas del Infierno contra la Iglesia , Septiembre del 2012).
Crecientes convulsiones sociales y civiles por los pueblos sometidos por libertades y derechos de religión, que justificará la militarización de las sociedades, la suspensión de derechos constitucionales, el ejército en las calles y todo tipo de control a las personas – México pasará por una horrorosa prueba, no vista en los últimos 200 años.
Una Guerra en Medio Oriente que involucra a Israel, Siria, China, Irán y Rusia. La llamada guerra de Gog y Magog de la que habla el profeta Ezequiel 38 y 39.
Una Guerra declarada en las Américas.
Una Revolución Árabe Comunista en Italia, con la necesaria salida del Papa de Roma (NO se refiere a B-XVI) sobre los cadáveres de sus sacerdotes (parte del Tercer Secreto de Fátima y de la visión que tuvo el Papa Pío X a principios del siglo XX).
Pandemias y particularmente una Enfermedad desconocida que tomará cientos de miles y millones de muertes pues no habrá cura, esparciéndose de este a oeste.
Un Descubrimiento Científico que traerá abundancia y tranquilidad para el mundo completo por algún tiempo.
Desarrollo de Manipulación genética que irá en deterioro aún mayor de la sociedad. Vacunaciones obligatorias; terror generalizado por creación de virus inteligentes artificiales que ataquen a ciertas cepas de ADN, a ciertos grupos humanos, a ciertas razas.
Una Catástrofe Ecológica de proporciones nunca antes vistas.
Un Evento Cósmico – venido de arriba (no espiritual) - que traerá penuria y desasosiego para los habitantes de la tierra.
Un gran Atentado Terrorista con Arma de Destrucción Masiva del tipo del 11/s, con objetivos de implantación de un Nuevo Orden Mundial.
Una Catástrofe Nuclear en alguna parte de Estados Unidos o de Europa, que justificará el control de todas las instalaciones nucleares civiles y militares, que como consecuencia se tomará control de los recursos minerales alimentarios y energéticos.
Catástrofes Naturales nunca antes vistas por su fuerza y forma de gestación que involucran los cuatro elementos de la naturaleza, Fuego, Tierra, Agua y Aire.
Asesinato de algún máximo Líder Mundial: un presidente o primer ministro de algún país importante del mundo, de un líder religioso de alguna de las confesiones más importantes del mundo, que traiga grandes cambios, como sucedió con el inicio de la I Guerra Mundial.
Contacto con seres extraterrestres, "supuestamente venidos de otras galaxias" (El tema se aborda en el libro del suscrito El Retorno).
Manifestación pública tanto de "seres de alto nivel espiritual venidos de parte de Dios", y que harán grandes milagros para el pueblo fiel, como "seres de gran poder esotérico y ocultista con poderes preternaturales al servicio de Satanás."
Un Aviso mandado por Dios para todo los hombres y que será el anuncio oficial por parte del Cielo de que se inicia para el mundo el Final de los Tiempos.
Un Milagro sobrenatural que será confirmación del Mensaje Mariano auténtico de su presencia en el mundo en los últimos tiempos.
Luis Eduardo López Padilla
28 de Noviembre del 2012
