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La Salette 19 de Septiembre de 1846

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El 19 de Septiembre de 1846, en las montañas de este pequeño pueblo cercano a Grenoble, Francia; a las 6 de la mañana, se apareció Nuestra Señora a dos pastorcitos. Por instrucciones de la misma Madre de Dios, el secreto que entonces les confió debía permanecer oculto hasta 1858.

Esta es una de las apariciones más trascendentales de todos los tiempos, sobre todo porque la Virgen nos habla – con mucha anticipación – de cómo la apostasía iría asumiendo carta de naturalización tanto en el mundo como en la Iglesia, todo ello como abono necesario para la manifestación del último Anticristo. Veremos cómo el Cielo prácticamente nos anuncia todo.

Contexto Histórico

La Revolución Francesa trajo consigo el hundimiento de la sociedad y de la Monarquía Francesa. Pero no se trató de una revolución, fue también una gran masacre; hoy se le llamaría genocidio. Sus víctimas no fueron sólo los miembros del antiguo régimen, sino los propios revolucionarios. Y, para colmo, luego vinieron las guerras napoleónicas; más que conquistas territoriales o desgracias materiales, lo que acarrearon fue la extensión del virus revolucionario - y de la inestabilidad que conllevaba - a toda Europa. La orgía de sangre se extendió desde Moscú a Lisboa sin ahorrar Estado o Nación alguna. Al iniciarse el segundo tercio del siglo XIX, Europa entera afrontaba una difícil situación. No se trataba sólo de que las ideas emergentes, liberales, tenían un modelo de sociedad distinto al antiguo régimen, sino que, en la medida en que éste estaba identificado con la Iglesia, eran ideas anticlericales.

El impulso de las revoluciones liberales fue la masonería. Pronto iglesias y conventos de toda Europa fueron objetivos privilegiados de los revolucionarios. Los continuos progresos y desmanes de los revolucionarios llevaron a la cristiandad a un clima de desmoralización y abatimiento. Justo en ese momento se inician las modernas Apariciones Marianas alcanzando tal intensidad que, en rigor, Pío XII pudo decir que el siglo XIX fue "el siglo de oro de María". Juan XXIII, por su parte, encuentra en esta época el inicio de lo que llama "la Era Mariana".

Fue en Francia, el país sin duda más afectado por los procesos revolucionarios de finales del siglo XVIII y del siglo XIX, donde se produjeron cuatro grandes apariciones marianas reconocidas por la Iglesia. Estas Apariciones fueron: La Virgen de la Medalla Milagrosa, en la rue du Bac de París, en 1830; posteriormente la que a continuación explicaremos: La Salette en 1846; la de Lourdes en 1858 y la de Pontmain en 1871.

En los cuatro episodios, los niños (o adolescentes) fueron sus protagonistas. Y, aunque los mensajes volcados en el curso de las apariciones fueron muy distintos, en realidad, lo que hacen es preparar el camino para el gran misterio mariano del siglo XX: las apariciones de Fátima y éstas, a su vez, tienen su prolongación en las apariciones no reconocidas aún de Garabaldal, aunque en realidad de momento no importa mucho.

Postura Inicial de la Iglesia

El 19 de septiembre de 1851, Mons. Filiberto de Bruillard, Obispo de Grenoble, publica la siguiente  carta pastoral. He aquí el párrafo esencial:

"Juzgamos que la aparición de la Santísima Virgen a dos pastores, el 19 de septiembre de 1846, en una montaña de la cadena de los Alpes, situada en la parroquia de La Salette, del arciprestazgo de Corps, contiene en sí todas las características de la verdad, y que los fieles tienen fundamento para creer como indudable y cierta". Aumenta la certeza el concurso inmenso y espontáneo (de gente) al lugar de la aparición, así como multitud de prodigios, de los cuales es imposible dudar sin ir contra las reglas del testimonio humano. (...) Por tanto prohibimos a los fieles y sacerdotes de nuestra Diócesis hablar públicamente o escribir en contra del hecho que hoy proclamamos.»

La resonancia de esta carta pastoral es considerable. Numerosos obispos la hacen leer en las parroquias de sus diócesis. La prensa se hace eco en favor o en contra. Es traducida a numerosas lenguas y aparece notoriamente en L´Osservatore Romano el 4 de junio de 1852. Cartas de felicitación afluyen al Obispo de Grenoble. La experiencia y el sentido pastoral de Mons. Filiberto de Bruillard no se detienen aquí. El 1 de mayo de 1852 publica una nueva carta pastoral anunciando la construcción de un Santuario sobre la montaña de La Salette y la creación de un cuerpo de misioneros diocesanos que él denomina "los misioneros de Nuestra Señora de La Salette".

El 24 de agosto de 1852, Su Santidad Pío IX, concedió que fuera privilegiado el Altar Mayor del templo de La Salette; el 7 de septiembre fundó la Asociación de Nuestra Señora Reconciliadora de La Salette. El 19 de septiembre de 1855, Mons. Ginoulhiac, nuevo Obispo de Grenoble, resumía así la situación: "La misión de los pastores ha terminado, comienza la de la Iglesia". Hoy son innumerables los hombres y mujeres de todas las razas y de todos los países que han encontrado en el mensaje de La Salette el camino de la conversión, la profundización de su fe, el dinamismo para su vida cotidiana, las razones de su compromiso con y en Cristo al servicio de los hombres.

León XIII elevó el santuario al rango de Basílica y decretó la coronación canónica de "Nuestra Señora de La Salette", efectuada por el Cardenal de París, el día 21 de Agosto de 1879.

Joseph F. Cleary, Obispo Auxiliar de Birmingham escribe en la Semana de Pascua, 1981, como Prefacio al libro Sister Mary of the Cross, The Shepherdess of La Salette (Hermana María de la Cruz, la Pastora de La Salette):

"En la parroquia de La Salette en la diócesis de Grenoble, Nuestra Bendita Señora apareció a dos niños analfabetos: Melanie Calvat de 14 años y Maximino Giraud de 11, el 19 de Septiembre de 1846.

"En los tiempos de la Aparición, Francia había sufrido una revolución de orden político seguida por una revuelta contra Dios y la Iglesia. Incluso en las zonas rurales de Francia poca gente se preocupaba por ir a Misa los domingos. Uno sólo tiene que leer la vida del Santo Juan María Vianney, Cura de Ars, para darse cuenta de la situación espiritual de la gente.

"Nuestra Señora habló a los dos niños en La Salette sobre demonios que amenazaban a su gente especialmente a causa de la blasfemia y de la profanación del domingo.

"Después de cinco años de un cuidadoso examen de los hechos, la Iglesia autorizó el Culto de Nuestra Señora de La Salette en 1851. [Una imponente y magnífica Basílica Menor fue construida en el lugar.]

Posterior Rechazo a Melania y al Mensaje

Un comentario que resulta por demás indicativo de lo que significó la divulgación de este Secreto, que hoy día incluso se ha llegado al extremo de negar su existencia, es lo que se publicó en el L'Osservatore Romano el 25 de Diciembre de 1904: Melania reveló su Secreto en el momento en que le fue indicado, aunque ella sabía que tal acción volvería contra ella la ira de aquellos que habiendo perdido todo sentido de moralidad estaban ligados al carro de la secta Masónica.

Sobre la "Montaña Santa", tal como Melania solía llamar al lugar donde se le apareció la Virgen, se edificó un majestuoso Santuario que aún hoy recibe a buen número de peregrinos. Una comunidad de sacerdotes y religiosas de los Padres Saletinos regentan los lugares. Las aprobaciones de la Santa Sede fueron sucesivamente confirmadas por Pío IX, León XIII y Pío X. Pero en la actualidad, la Jerarquía Católica tiende a reconocer sólo la primera parte del mensaje que fue público desde el principio: el enfado de Dios con su pueblo por la impiedad y la blasfemia de que hace gala y por la violación del Domingo. Los propios padres Saletinos suelen negar el Secreto de la Salette y suelen contrariarse si se les recuerda el resto.

Como era de esperar, por su contenido acusatorio contra la jerarquía, el mensaje de La Salette fue recibido hostilmente por una parte del clero. Muchas autoridades eclesiásticas consideraron blasfemas las palabras de Melania. "Dos o tres obispos franceses que, con o sin razón, se creyeron señalados en los reproches medicinales de la Sede de la Sabiduría, la Virgen sin mancha... solicitaban al cardenal Caterini de retirar la circulación de ese escandaloso folleto". Esos mismos obispos amenazaron con no enviar más el óbolo de San Pedro correspondiente a sus diócesis, a menos que se retirara el folleto publicado en Lecce sobre el Secreto y se le incluyera en el índice. León XIII dudó. Melania, siguiendo instrucciones de la Virgen sometió la Regla de la Orden de la Madre de Dios para ser examinada por el cardenal Ferrieri; pero a las pocas semanas, el Obispo de Grenoble, Monseñor Fava, presentó al mismo cardenal otra regla para los Padres de La Salette. Melania lo tomó como una afrente no hacia ella, sino a las indicaciones de la Virgen. León XIII llamó a Roma a Melania y nombró una comisión para decidir sobre los asuntos de La Salette; Melania y Monseñor Fava participaron de las tareas de esta comisión. Finalmente, se aprobó la Regla de Melania, pero Monseñor Fava no aceptó la resolución: "Eminencia, no aceptaré la Regla de Melania hasta tanto que la Iglesia pruebe que ella viene de la Santísima Virgen". Pero Leon XIII decidió utilizar la tolerancia hacia la facción opuesta: "Quizás el tiempo y la meditación podrán ablandar los espíritus", dijo. No fue así, la oposición a Melania y a su Regla crecieron incluso dentro de los Padres de la Salette. Monseñor Ginoulhiac, de la Diócesis de Grenoble, llegó a afirmar que Melania se había vuelto loca. Por azares del destino, el propio Ginoulhiac perdió el juicio y murió loco. Los defensores de la causa de Melania afirman aún hoy que no fue el único opositor que tuvo un final trágico. Se dudaba que la Regla que defendía Melania fuera dictada por la Virgen. Ella defendía la inspiración sobrenatural de su regla: "Estoy dispuesta con la gracia divina a certificar con mi sangre que fue la Santísima Virgen que me dictó esta Santa Regla, palabra por palabra". Sin embargo, la oposición no cesó y con ella la ruptura irreparable de las dos opciones; la de Melania se fue apagando poco a poco; jamás pudo poner en marcha su Regla y los apoyos empezaron a escasear. La "pastora de La Salette" -tal como solía firmar sus cartas- jamás perdió la esperanza: "Vendrá un día en que la dulce Virgen María triunfará y en el momento menos pensado", escribió en 1879.

El Secreto

Mientras que la Santísima Virgen le revelaba a Melania el Secreto, la niña podía ver los eventos que le eran narrados. En varias ocasiones el Cristo crucificado que colgaba del cuello de Nuestra Señora de La Salette también le hablaba a Melania. Como caso particular y providencial, el Secreto de La Salette es el único que tiene Imprimatur, en este caso del Obispo de Lecce. El mismo fue dado a conocer en su texto completo en 1922 por parte del Maestro del Sagrado Palacio y Asistente Perpetuo de la Congregación del Santo Oficio, Reverendo Padre Lepidi, O.P.

Una característica de este largo Secreto es que el mismo no parece haber sido transmitido cronológicamente o en orden sucesivo, sino que en esta manifestación de la Virgen, el Secreto fue narrado al "estilo cíclico", característica ésta del Apocalipsis de Juan; es decir, sobre un mismo fondo, en este caso el Final de los Tiempos, la Santísima Virgen va narrando diversas visiones que concluyen con el reinado del Anticristo, su caída y el correspondiente triunfo de Cristo, pero dichas visiones arrancan de diversos ángulos, ya políticos, religiosos, sociales o naturales. De esta forma, el lector encontrará que se repiten diversas visiones pero que al mismo tiempo son narradas desde distintos ángulos.

Un último comentario. Cuando en la audiencia privada del 20 de Enero de 1982 le presentaron a Juan Pablo II una documentación sobre el mensaje de La Salette, Su Santidad comentó: "Estamos en el corazón de las profecías" (L´Impartial, N. 2, 1982).

El Texto

Dijo La Virgen:

"Melania: Esto que yo te voy a decir ahora no será siempre secreto; puedes publicarlo en 1858..."

"... los jefes, los conductores del Pueblo de Dios, han descuidado la oración y la penitencia, y el Demonio ha oscurecido sus inteligencias, se han convertido en estrellas errantes que el viejo Diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer..."

Desde hace 160 años la Santísima Virgen advertía y profetizaba la nube negra de apostasía que poco a poco iría penetrando en la Iglesia, adquiriendo mayor dramatismo en el anuncio pronunciado en Fátima 70 años después: "Satanás alcanzará las altas cimas de la Iglesia..."

"Dios permitirá a la antigua serpiente poner divisiones entre los soberanos, en todas las sociedades y en todas las familias. Se sufrirán penas físicas y morales..."

El egoísmo entre los hombres ha llevado a una sociedad que cada vez más se deteriora en el ámbito social, político, familiar, cultural, moral, religioso y aún científico. Hoy se viven las consecuencias a través de las múltiples calamidades y desastres que de todo tipo azotan a la humanidad.

"Los libros malos abundarán en la Tierra y los espíritus de las tinieblas extenderán por todas partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio de Dios y obtendrán un poder extraordinario sobre la naturaleza. Habrá iglesias para servir a esos espíritus..."

Nunca como ahora las falsas filosofías se diseminan por todas partes. Errores teológicos, morales, religiosos, bíblicos, históricos son parte ya de la cultura de la post-modernidad y han sumergido al hombre en una profunda indiferencia a las cosas de Dios. La Verdad Absoluta ya no existe. Todo es relativismo, subjetivismo, búsqueda del placer y bienestar mediante falsos caminos y nuevas creencias "fundamentadas" en conocimientos esotéricos, ocultistas, orientales, psicológicos y naturalistas, donde la Gracia de Dios no tiene cabida. Por eso, en medio de falsos milagros y aparentes prodigios, Dios "permite un poder engañoso para que sean condenados aquellos que no creyendo en la Verdad, se complacen en la iniquidad" (II Tes 2, 11-12).

"El vicario de Mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque por un tiempo la Iglesia será entregada a grandes persecuciones. Ésta será la hora de las tinieblas. La Iglesia tendrá una crisis espantosa... El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán muchas veces contra su vida, sin poder poner fin a sus días; pero ni él ni su sucesor verán el triunfo de la Iglesia de Dios..."

Este es el Papa escogido por el Cielo para preparar a la Iglesia al futuro encuentro con Cristo que se hará realidad en su ya próxima Parusía. Por eso el poder de las tinieblas arrecia con fuerza contra la figura del Papa, contra su doctrina establecida y contra la Iglesia fundada por Cristo. Pero la peor crisis de la Iglesia está por venir. El peor cisma de la Iglesia se avecina. Habrá un enfrentamiento de dos Papas. La vida del Papa correrá peligro y se verá obligado a abandonar Roma sobre los cadáveres de sus sacerdotes. Al final sufrirá el martirio de sangre. Estamos en el comienzo de los dolores de parto.

"Dado el olvido de la santa fe en Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes... no se verán más que homicidios, odios, envidia, mentira y discordia sin amor por la patria y por la familia..."

La peor crisis en la vida del hombre en la Tierra y dentro de la historia de la Iglesia se está viviendo ahora. No se trata solo del aumento del mal en su universalidad y gravedad, sino que ahora al mal se le llama bien, se le legaliza, se le entroniza, se le venera como el bien más apetecible. Ya no es el amor de Cristo en la cruz como expresión de suprema negación lo que impera en la humanidad de hoy. Es el amor del hombre a sí mismo como suprema medida. Un amor horizontal, sin Dios. Un amor filantrópico, altruista. Un amor sin Cruz. Un amor sin sacrificio. Un amor sin renuncia. En una palabra: el amor que profesará el Anticristo.

"Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, al ateísmo, al espiritismo y a toda clase de vicios..."

El estado moderno se ha empeñado en hacerle la guerra a Dios, a Cristo, a todo lo que huela a Iglesia Católica. Hoy en día existe ya la filosofía del Anticristo, solo falta que aparezca en persona para que legalice un nuevo orden ocultista y totalitario que mediante engaños y aparentes prodigios desate la peor persecución que los siglos han conocido.

"Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo..."

Estamos a las puertas de que una mala mujer, "una prostituta que fornica con los reyes de la tierra" (Apoc 17) se instale oficialmente en la ciudad de las 7 colinas: Roma. Será la Iglesia falsa del final de los tiempos y que dará asiento a un falso profeta, un falso Papa, porque la verdadera Iglesia, la Iglesia fiel a Cristo y a María Santísima, la Iglesia de la Eucaristía, habrá huido al desierto (Apoc 12).

"Los sacerdotes, ministros de Mi Hijo, los sacerdotes, por su mala vida, por sus irreverencias y su impiedad al celebrar  los santos misterios, por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas de impureza, sí,  los sacerdotes piden venganza, y la venganza está suspendida sobre sus cabezas".

Este duro y desgarrador anuncio hecho por la Santísima Virgen hace casi 165 años ha venido cumplimentándose en una parte importante de las personas consagradas a Dios, particularmente los sacerdotes, que por su signo sacramental son especialmente atacados por el demonio para hacerlos caer y desviarlos de su vocación divina, trayendo en consecuencia la afectación de la vida moral y espiritual de los fieles que dependen de ese sacerdote. Es una pena como se ha ido perdiendo la riqueza del signo sacerdotal que debiera ser un fiel representante de Cristo en la tierra preocupado exclusivamente por la salvación eterna de las almas que le han sido encomendadas a través de la vivencia piadosa y ungida de los sacramentos, especialmente la Penitencia y la Eucaristía; la formación doctrinal de los fieles; la promoción de la devoción eucarística; el recordatorio de la vida de cruz y renuncia que debe llevar todo cristiano; la predicación constante y celosa de las principales verdades de fe; la exhortación a la fidelidad a la Iglesia fundada por Cristo en la persona del Papa y la invitación constante a una confiada y tierna devoción a la Santísima Virgen.

Afortunadamente existen sacerdotes que son fieles a su vocación sacerdotal y mantienen la fe viva de la Iglesia, pero otros se han convertido en aliados del enemigo y han contribuido a la crisis de fe generalizada que se vive dentro de la Iglesia por un importante número de fieles, pues ni ellos se santifican ni tampoco santifican a los demás, sólo les preocupa el poder, el reconocimiento, los placeres y el dinero, y en otros casos también con la práctica de actos aberrantes de pedofilia y homosexualidad, que han sido escándalo para muchos.

"Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la tierra! Dios va a derramar su cólera y nadie podrá sustraerse a tantos males juntos ... La sociedad está en víspera de las más terribles calamidades y los más grandes acontecimientos. Se verá obligada a ser gobernada por una vara de hierro y a beber el cáliz de la cólera de Dios"

Hay quienes piensan que Dios solamente es bueno y que no puede castigar a nadie. Se ha hecho una equivocada interpretación de la Justicia Divina. Más aún, muchos piensan que el infierno no existe pues Dios siendo tan bueno no puede castigar a nadie eternamente. El humanismo que caracteriza a la sociedad moderna nos ha presentado un Dios bonachón que todo lo perdona y que al final todos estaremos con Él. Pero esto es un error. Dios es infinitamente misericordioso pero también es infinitamente justo y da a cada uno lo que le corresponde. Es la Justicia misma y no se equivoca. El asunto es que hoy en día la humanidad se ha empeñado en violar las leyes y mandamientos de Dios. Los hombres hemos atestiguado el creciente furor de la naturaleza que ha traído dolor y muerte en muchos puntos del planeta. Pues bien, estos acontecimientos se acrecentarán en frecuencia e intensidad, pues aunque Dios no los quiere directamente, su Justicia infinita los permite y los exige para equilibrar el fiel de la balanza. Cuanto más misericordioso ha sido Dios con nosotros así será también de exigente su Justicia. De ahí que la Madre de Dios diga que tendremos que ser gobernados por la vara de hierro y de igual modo beberemos el cáliz amargo de la cólera divina.

"Italia será castigada por su ambición de querer sacudir el yugo del Señor de los Señores; también será entregada a la guerra. La sangre correrá por todas partes. Las iglesias serán cerradas o profanadas. Los sacerdotes y religiosos serán perseguidos; se les hará morir y con una muerte cruel. Muchos abandonarán la fe y el número de sacerdotes y religiosos que se separarán de la verdadera religión será grande; entre estas personas se encontrarán incluso obispos."

El mensaje de María no deja lugar a dudas. Estamos ante una persecución abierta contra la Iglesia, contra sacerdotes y religiosos, que lleva incluso a la profanación y a la defección religiosa. Aún cuando este mensaje se transmitió a mediados del siglo XIX, no se refiere ni a la época de Pío IX con la derrota de Austria, la potencia católica, mediante la cual se pretendía que el Papa abandonara Roma para conseguir la unidad italiana. De igual forma, no se refiere a ninguna de las dos Guerras Mundiales. Es un hecho que aún pertenece al futuro, pero futuro muy inmediato y que coincide con las múltiples visiones y profecías de destacados videntes que anuncian la huida forzada de un Papa de Roma (no se refiere a B-XVI) en medio de los cadáveres de sus sacerdotes. Es la pre-tribulación que antecede la aparición del Anticristo. Por eso se ha afirmado muchas veces que la Iglesia está muy próxima a su crucifixión y muerte, para que posteriormente salga purificada y renovada.

"Un precursor del Anticristo con sus tropas de muchas naciones, combatirá contra el verdadero Cristo, el único Salvador del mundo; derramará mucha sangre y pretenderá aniquilar el culto a Dios para ser tenido como un dios."

Hay quienes piensan que el Anticristo es un falso Papa o una especie de gurú o avatar. Esto no es así. De hecho, el Anticristo es una figura política que vendrá a resolver - y en efecto resolverá por un breve período de tiempo - el problema de la pobreza, el hambre, la guerra y establecerá condiciones muy favorables en el ámbito social y económico. Ciertamente en su momento vendrá acompañado de una figura pseudo-religiosa que pretenderá unir todas las creencias en una mega religión mundial. Ambos personajes lograrán confundir a la humanidad pues realizarán falsos milagros y prodigios engañosos con el poder de Satanás.

El último precursor del Anticristo fue Hitler, figura carismática envuelta en un halo de ocultismo religioso. Pretendía establecer el Tercer Reich por mil años. Su vinculación con conocimientos esotéricos en búsqueda del súper-hombre fue sólo un breve preámbulo de lo que representará el verdadero Anticristo. La Virgen en La Salette se refirió al precursor del Anticristo. 75 u 80 años después la humanidad será testigo presencial de la persona del Anticristo que anuncia tanto el Profeta Daniel como el libro del Apocalipsis de Juan. Su manifestación es ya muy próxima. Sólo falta quitar de en medio al que lo retiene (el Papa) para que pueda manifestarse públicamente el hombre de iniquidad.

"Durante ese tiempo nacerá el Anticristo, de una religiosa hebrea, de una falsa virgen, que tendrá comunicación con la antigua serpiente, maestra de impureza. Su padre será obispo. Al nacer vomitará blasfemias, tendrá dientes; en una palabra, será el demonio encarnado, lanzará gritos espantosos, hará prodigios y no se alimentará sino de impurezas. Tendrá hermanos que, aunque no sean como él, demonios encarnados, serán hijos del mal; a la edad de 12 años llamarán ya la atención por las ruidosas victorias que alcanzarán. Bien pronto estará cada uno en la cabeza de los ejércitos, asistidos por legiones del infierno."

Uno de los problemas teológicos que plantea la Revelación Cristiana es precisamente el de la naturaleza propia del Anticristo. No está claro si estamos en presencia verdaderamente de un demonio encarnado o de un hombre  concebido por medio de una relación satánica y pseudo-religiosa y quien recibirá el poder pleno de Satanás. Sea cual fuere el caso, pareciere que el Anticristo, verdadero remedo de Cristo, no respetará la Ley Natural a la que sí se sometió Jesucristo desde Su Nacimiento hasta Su Muerte, sino que podrá a voluntad modificar, alterar o adelantar el tiempo en su ser físico y aparecer en el escenario mundial sin haber "vivido" la edad que representa. Esto en la práctica quiere decir que para el 2010 aún pudiera no haber nacido; y que pueda nacer dentro de 4 o 5 años; dentro de 6 años aparecer de 12 ; y de aquí a 10 ó 15 años manifestarse como un ser completamente adulto.

El Anticristo será exactamente lo contrario a Cristo; es decir, nacerá en medio de grandes riquezas. Su madre será reconocida con cierto halo de "virginidad", pero no de luz sino de tinieblas.  Sus  discípulos o "hermanos" serán hombres de gran riqueza, de gran desarrollo intelectual y altamente competitivos en su campo profesional. Todo el mundo lo reconocerá y aclamará como el Mesías y Verdadero Hijo de Dios. Los judíos lo aceptarán. Querrá que sus milagros sean conocidos por todo el mundo y utilizará los medios de comunicación masivos para este propósito.

Será un líder político nato, amigo de los poderosos y por un tiempo resolverá los problemas más angustiosos de la humanidad: la guerra política, la crisis económica, la desigualdad social y la pobreza extrema.

"La tierra será castigada con todo género de plagas; habrá guerras, hasta la última que harán los 10 reyes del Anticristo, los cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los únicos que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda habrá una especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más que en divertirse y los malvados se entregarán a toda clase de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores crecerán en el Amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. ¡Dichosas las almas humildes guiadas por el Espíritu Santo! Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la edad."

Pudiéramos decir que el inicio de esta parte del mensaje corresponde al tiempo de ahora. La humanidad está siendo castigada con todo género de plagas (las que ha habido y las que vendrán en breve); los conflictos bélicos irán en aumento hasta que se manifieste el Anticristo que por un tiempo breve logrará establecer una falsa paz en el mundo. Esta falsa paz, que no es la de ahora sino la que se dará con el Anticristo a la cabeza, provocará que el hombre se entregue completamente a todo acto de libertinaje y pecado. Será entonces que el Anticristo gobernará el mundo junto con sus 10 reyes, tal y como lo confirma el propio Apocalipsis: "... los diez reyes que aún no han recibido reino, más con la bestia recibirán potestad de reyes" (17, 12 - 13) cumplimentándose así el gobierno mundial del Anticristo.

A la par de ese tiempo tenebroso habrá aún en la tierra almas verdaderamente virtuosas, crecidas en el Amor de Dios y guiadas por el Espíritu Santo. Serán seres de una altísima santidad. Son ellos el resto fiel que contra toda esperanza esperarán en la Parusía del Señor que ya estará a las puertas, pues con Su Soplo y Manifestación destruirá al Anticristo.

"Los demonios del aire, con el Anticristo, harán grandes prodigios en la tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán más y más."

Cuando el gobierno del Anticristo esté en pleno apogeo, el poder satánico llegará igualmente a su máximo manifestación. El esoterismo, el ocultismo, la hechicería, la magia y la brujería serán lo cotidiano y lo natural. Entonces, todo el proceso esotérico e iniciático que se ha venido desarrollando en los últimos años a través del conocimiento oculto de antiguas civilizaciones y falsas filosofías alcanzarán su clímax. Se revelará el supuesto verdadero origen de la humanidad, cuando los llamados OVNIs jugarán un papel primordial, contundente, convincente, difícil de explicar y de negar a la luz de la fe. Misterio que se remonta incluso al Pecado Original (sobre este y otros temas seguiremos ahondando en un libro de próxima publicación, El Retorno.)

"Que el Vicario de Mi Hijo, el Soberano Pontífice Pío IX, no salga ya de Roma después del año 1859; pero que sea firme y generoso; que combata con las armas de la fe y del amor. Yo estaré con él. Que desconfíe de Napoleón, su corazón es doble, y cuando quiera ser a la vez Papa y Emperador, muy pronto se retirará Dios de él. Es esa águila que queriendo siempre elevarse caerá sobre la espada de la cual quería servirse para obligar a los pueblos a ensalzarlo".

A diferencia de los mensajes que se refieren genéricamente al Papa, es decir, cualquier sucesor de Pedro, en el caso presente la Virgen en La Salette se refiere en concreto a Pío IX. Es a él a quien le pide que no salga de Roma después de 1859, año a partir del cual, vencida Austria, querían que el Papa abandonase Roma para conseguir la unidad italiana.

Por su parte, la profecía de Napoleón también se cumplió al pie de la letra, pues cayó "sobre la propia espada de la cual quería servirse para obligar a los pueblos a ensalzarlo"; esa espada fue Prusia, de ella se sirvió para debilitar a Austria, la otrora potencia católica.

"Que el Papa se ponga en guardia contra los obradores de milagros, pues ha llegado el tiempo en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar en la tierra y en los aires".

Hemos entrado ya a un tiempo donde con mayor frecuencia se oyen hablar y se observan personajes que realizan falsos prodigios y milagros con engaño. En Nueva York por ejemplo, algunas personas se presentan como excepcionales prestidigitadores. Con la mayor facilidad logran hipnotizar a las personas, dejándolas horizontalmente suspendidas en el aire. Asimismo, a la vista de todos se elevan haciendo alarde de levitación. Con facilidad descubren el naipe en medio del mazo disperso en el piso que ha sido previamente pensado por uno de los asistentes, tras lo cual el naipe es atraído misteriosamente por la mano desde el piso hasta el lugar donde se encuentra el público. Del mismo modo, día a día se conoce de nuevos avistamientos cada vez más tangibles tanto de OVNIs como de supuestos seres alienígenas. Una cruz compuesta de OVNIs fue visto por numerosos testigos del sur de Estados Unidos.

En los campos de trigo de Inglaterra, entre mayo y octubre aparecen misteriosamente formas de una gran complejidad que expresan diversos y profundos conocimientos científicos, matemáticos, astronómicos, así como otros relacionados al saber de civilizaciones antiguas, como por ejemplo los mayas, ligados a la famosa cuenta larga del tiempo, donde esta época tendrá su final e inicio de una nueva era galáctica, el 21 de diciembre de 2012.

Todas estas manifestaciones forman parte de una preparación perfectamente planeada que servirá de fase para el advenimiento del Reinado del Anticristo, tema que abordamos detenidamente en el libro de próxima publicación, El Retorno.

"En el año 1864, Lucifer y un gran número de demonios serán desatados del infierno. Abolirán la fe poco a poco, aun entre las personas consagradas a Dios; las cegarán de tal manera que, a menos de una gracia particular, esas personas tomarán el espíritu de sus malos ángeles. Muchas casas religiosas perderán completamente la fe y perderán a muchísimas almas".

Ya desde fines del siglo XIX, Su Santidad León XIII había tenido una visión del impacto diabólico que habría en el mundo, por permisión divina, para asaltar a las almas y a la Iglesia. Esta fue la razón por la cual se mandó rezar a los fieles de rodillas, al final de la Santa Misa, una oración a la Santísima Virgen y otra a San Miguel Arcángel. Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, dichas oraciones fueron suprimidas. Esta oración fue establecida en 1886 y fue escrita personalmente por León XIII, teniendo especial importancia la frase "los espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas", cuya razón histórica fue referida en varias ocasiones por el secretario particular del Papa, Rinaldo Angeli, en la que León XIII experimentó una visión de los espíritus infernales que se concentraban en la Ciudad Eterna. Esto explica por qué muchas almas consagradas a Dios han perdido la fe, así como las casas religiosas que en una gran mayoría tampoco son faros de luz ni de fe para los fieles.

"En el año 1865 se verá la abominación en lugares santos, en los conventos, las flores de la Iglesia estarán corrompidos y el Demonio será como el rey de los corazones. Que los que estén al frente de las comunidades religiosas vigilen a las personas que han de recibir, porque el Demonio usará de toda la malicia para introducir en las órdenes religiosas a personas entregadas al pecado, pues los desórdenes y el amor de los placeres carnales se extenderán por toda la Tierra".

El ataque satánico hoy en día no tiene excepciones de lugar por ejemplo: la música y la literatura, los gobiernos y los medios de comunicación, las caricaturas y películas, los matrimonios y las familias, las escuelas y universidades, las comunidades religiosas, y desde luego, la Iglesia como Esposa de Cristo. Esta acción diabólica sin precedentes está motivada pues el Demonio sabe "que le queda poco tiempo", y arrecia su maleficio infernal provocando con ello una verdadera lluvia de esoterismo, ocultismo, magia, brujería, hechicería, y otras formas de acción en las personas ligadas a la parapsicología, consulta de muertos, astrología, desdoblamientos y viajes astrales, entre otros.

Toda la conformación necesaria para el surgimiento del Nuevo Orden Mundial con formato de alto esoterismo está siendo preparado mediante una verdadera conspiración silenciosa del poder de las tinieblas.

"¡Ay de los habitantes de la tierra! Habrá guerras sangrientas y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso para los animales; tempestades que arruinarán ciudades; terremotos que engullirán países; se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán la cabeza contra los muros; llamarán a la muerte y, por otra parte, la muerte será su suplicio. Correrá la sangre por todas partes. ¿Quién podrá resistir si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre, las lágrimas y las oraciones de los justos, Dios se dejará aplacar. Enoch y Elías serán muertos. Roma pagana desaparecerá; caerá fuego del cielo y consumirá tres ciudades. El universo entero estará preso del terror, y muchos se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía entre ellos. Ha llegado el tiempo: el sol se oscurece; sólo la fe vivirá".

Una característica común tanto a la aparición del Anticristo como a la venida de Cristo es que ambas estarán precedidas por sendas tribulaciones. Precisamente parte de la confusión que imperará en la aparición del Anticristo es que su venida será milagrosa y "salvadora" del caos que imperará en ese momento en el mundo, remedando así la Segunda Venida de Cristo: catástrofes naturales, guerra mundial, revoluciones; confusión esotérica de la verdad; división en pueblos y cisma en la Iglesia; acontecimientos cósmicos, serán hechos que ocurrirán poco tiempo antes. Del mismo modo, la Parusía o Segunda Venida de Cristo estará precedida de una Gran Tribulación, que como dicen los evangelistas (Mt XXIV, Lc XXI, y Mc XIII), "cual no la ha habido desde el principio del universo que Dios creó hasta ahora, ni la habrá". Estas dos tribulaciones son narradas indistintamente por la Virgen en La Salette. En el párrafo anterior se hace referencia a las tribulaciones tanto en el orden natural como en el preternatural o esotérico. Igualmente, salta a la vista lo que ya el Apocalipsis señala sobre la caída de la Gran Babilonia, que en este caso se refiere a la Ciudad de las Siete Colinas, Roma, la que es sede del Trono de Pedro, pero que una parte de ella se prostituirá con los reyes de la tierra, y es a la que se refiere Juan cuando Jesucristo Resucitado le muestra a la gran ramera que bebe de un cáliz de oro la sangre de los mártires. Esta tribulación que menciona la Virgen es terrible, de ahí sus palabras "el universo entero estará preso de terror (...) el sol se oscurece; sólo la fe vivirá".

Pero una característica de la Gran Tribulación que precederá la Segunda Venida de Cristo, es la venida de los dos olivos, quienes según Juan en el Apocalipsis Capítulo XI, aparecerán vestidos de saco - es decir, de penitencia - y además de condenar los errores diabólicos del Anticristo, llamarán al arrepentimiento y penitencia, consolando así a las almas fieles a Dios. Aquí la Virgen de La Salette los identifica como Enoch y Elías, quienes son conocidos en la Escritura por haber sido arrebatados, sin pasar por la muerte, al mundo de Dios. Pues bien, de esta clase de seres, de alto nivel espiritual, nada que ver con lo que ahora se conoce, la Iglesia estará sostenida por un tiempo, tiempos y medio tiempo (Capítulo XI), es decir, 42 meses o 1260 días, que es una misma medida de tiempo y que será la que corresponda al tiempo de su predicación. Al final de su misión, es decir, a los 3 años y medio de su aparición, serán muertos a manos del Anticristo, quien será el único ser que les podrá hacer daño. Cualquier otro que quiera herirlos o matarlos sufrirá la misma suerte.

"Se cambiarán las estaciones. La tierra no producirá más que malos frutos. Los astros perderán sus movimientos regulares. La luna no reflejará más que una débil luz rojiza. El agua y el fuego causarán en el globo terrestre movimientos convulsivos y horribles terremotos que tragarán montañas, ciudades".

"La Iglesia será eclipsada, y el mundo quedará consternado. Pero he ahí a Enoch y a Elías, llenos del Espíritu de Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas; harán grandes prodigios por la virtud del Espíritu Santo y condenarán los errores diabólicos del Anticristo".

La crisis del mundo será reflejada por el estupor sombrío del cosmos completo, que reflejará una afectación en la misma naturaleza. Toda la purificación que mediante el agua y el fuego vendrá al mundo completo será necesaria para poder prepararla a la Segunda Venida de Cristo y Su Reino en la tierra. Jamás se ha visto en la tierra la renovación completa que Dios hará para crear cielos nuevos y tierra nueva.

De nueva cuenta la Virgen se refiere a los llamados dos testigos, Enoch y Elías, quienes están bien explicados en la Escritura, como hemos dicho, en el Apocalipsis Capítulo XI. Serán ellos los únicos que contrarrestarán la acción diabólica del Anticristo.

"He aquí el tiempo: el abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las tinieblas. He aquí la bestia con sus súbditos, llamándose el salvador del mundo. Se remontará con orgullo por los aires para subir hasta el Cielo; será sofocado por el soplo de San Miguel Arcángel. Caerá, y la tierra, que llevará tres días en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será hundido para siempre, con todos los suyos, en los abismos eternos del infierno. Entonces el agua y el fuego purificarán y consumirán todas las obras del orgullo de los hombres, y todo será renovado: Dios será servido y glorificado".

La Santísima Virgen confirma lo que ya el Evangelio nos da como certeza, que el inicuo, la Bestia (Capítulo XIII), el Anticristo, será derrotado por el soplo de la boca y el resplandor de la Parusía de Cristo. El Apocalipsis dice que San Miguel Arcángel encadenará al Dragón infernal por mil años para que ya no seduzca a las naciones (Capítulo XX). Pero lo más importante de todo es que después del terrible pero breve reinado del Anticristo, se renovará y se restituirá toda la Creación, particularmente el hombre, según el Plan Original de Dios. Las obras del orgullo humano serán destruidas y nunca más recordadas. Sólo Dios será servido y glorificado. Habrá un solo rebaño y un solo pastor. Así está escrito y así se cumplirá.

LUIS EDUARDO LÓPEZ PADILLA

19 DE SEPTIEMBRE DEL 2011

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