Un breve sumario de las profecías dadas por Jesús en Mateo 24 y en otros pasajes de las Escrituras.
«Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! Que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!» Mateo 16:2-3
Hace cerca de 2.000 años, en un monte de las afueras de la antigua ciudad de Jerusalén, tiene lugar una plática considerada por muchos como la más profunda y detallada de su género.
Allí, un pequeño grupo de buscadores de la verdad se reúne en torno a su Maestro, un carpintero convertido en predicador y conocido sencillamente como Jesús de Nazaret. La pregunta que le formulan motiva una respuesta que abarca dos milenios y se centra en la época en que hoy vivimos:
Aunque muchas de estas señales han plagado a la humanidad a través de los siglos, es evidente que la severidad y frecuencia de éstas se ha incrementado en tiempos recientes.
(El término fin del mundo se emplea en este pasaje no en el sentido de la destrucción física del planeta, sino del fin del gobierno injusto e inhumano de los hombres en la Tierra).
Estando Él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo:
«Dinos, ¿cuándo serán éstas cosas, y qué señal habrá de Tu venida, y del fin del mundo?» Mateo 24:3
Respondiendo Jesús, les dijo
Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Oiréis de guerras y rumores de guerras: Mateo 24:4-7
Aunque la humanidad siempre ha sido víctima del flagelo de la guerra, ningún otro período de la Historia ha conocido una escalada bélica como la acaecida durante el siglo XX. La Cruz Roja Internacional estima que más de 160 millones de personas han perecido desde el comienzo de ese siglo a causa de las guerras.
Comenzamos el siglo XXI con la "Guerra al Terrorismo", continuando con la Guerra en Irak y muchos otros conflictos menores ocurriendo simultáneamente alrededor del mundo. En otro artículo hablaremos del peligro que se cierne en Latinoamérica.
El potencial destructivo de las armas modernas y la posible escala masiva de los conflictos actuales conduce a una etapa peligrosa, única, y sin precedentes en la historia.
Se levantará nación contra nación, y reino contra reino...
El mundo esperaba que la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 marcara no sólo el fin de la Guerra Fría entre las superpotencias, sino también el inicio de una era de paz mundial. Desgraciadamente eso no ha sucedido. Rusia no ha sido consagrada y por ende no se ha convertido. Esa es la clave metafísica que atraerá la acción del Corazón de María como medio sine qua non.
Por otro lado, la palabra empleada en el texto original griego y que se tradujo como nación al castellano es etnos, cuya traducción más precisa sería raza o tribu. Dicho de otro modo, Jesús vaticinó que los grupos étnicos se levantarían unos contra otros. En años recientes este augurio se ha cumplido con trágicas consecuencias. El historiador Arthur Schlesinger, quien se hizo acreedor al premio Pullitzer, advierte: «Si el siglo XX ha sido el de las guerras ideológicas, el XXI será el de las luchas étnicas»
Y habrá hambres...
Se agrava el hambre en nuestra época. El Banco Mundial señaló en septiembre de 1996 que más de 800 millones de personas sufren cada día de inanición y que un número de niños superior a los 500 millones recibe insuficiente alimentación para su pleno desarrollo físico e intelectual.
Según Ismail Serageldin, vicepresidente del Banco Mundial, «cada día se producen unas 40.000 muertes relacionadas con el hambre, sobre todo en zonas rurales».
La Organización Mundial de Salud estima que una tercera parte del mundo está bien alimentada, otra tercera parte está mal alimentada y la tercera parte restante se está muriendo de hambre.
Por su parte, el aumento en los precios de energía y alimentos han empeorado --y continuarán haciéndolo– incrementando el hambre y la pobreza mundial. Aún en los países del primer mundo como los Estados Unidos, el aumento en los precios del petróleo, los alimentos y la inflación han causado que los pobres lo sean aún más y que un mayor número de personas esté en riesgo de caer en la pobreza. La situación económica de la clase media está peor que nunca.
Y habrá pestes...
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 6.000 personas contraen cada día el virus VIH en el mundo, y la pandemia va en aumento.
En los últimos años los médicos advierten sobre el resurgimiento de cepas bacterianas que podrían resultar más mortales que el sida.
Dolencias que se consideraban vencidas, como la tuberculosis, la pulmonía, la meningitis y las estafilococias, están volviéndose incontenibles. Bacterias comunes que producen desde infecciones auditivas en niños de dos años hasta neumonía podrían transformarse en supermicrobios resistentes a la vancomicina y otros medicamentos.
En palabras de los especialistas, puede que el sida y el ébola sean apenas señales precautorias de numerosos virus asesinos capaces de multiplicarse con inusitada rapidez entre la especie humana.
Asimismo, agentes biológicos vaporizados tienen el potencial de matar a miles y hasta millones de personas si el contagio no es contenido a tiempo.
Y habrá terremotos en diferentes lugares
El gran aumento de fuertes terremotos ha hecho que muchos científicos lleguen a la conclusión de que entramos en un nuevo período de gran actividad y disturbios sísmicos.
El terremoto en el Norte de Paquistán fue el más intenso de los últimos 120 años. Murieron más de 70.000 personas. Además del terremoto asiático, que ha sido una de las peores tragedias para la humanidad.
El 12 de mayo de 2008, un terremoto de magnitud 8 sacudió la provincia de Sichuan en la China a las 2:28 p.m. Desató más energía que 500 bombas atómicas. Millones de personas quedaron desalojadas.
Entonces habrá señales En el sol... En la luna... Y en las estrellas... ... y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Lucas 21:25
Tsunami del 2004. La peor y más devastadora catástrofe en la memoria humana. Más de 300.000 muertos
Época de Huracanes. Una temporada de huracanes para el libro de record mundiales fue el año 2005. El más intenso en la historia de los EE.UU. La tormentas de 2005 costaron a los EEUU un estimado de $150 billones en daños.
Huracán Katrina: Ha sido el peor y más costoso de todos los desastres naturales en los EE.UU.
Huracán Rita: Afectó aún más a Luisiana.
Huracán Wilma: El más intenso que ha habido en el Atlántico.
El inicio de 2008 ha marcado un ritmo sin precedentes en el caso de los tornados. Los tornados han dejado más muertos en los EE.UU. que en más de 20 años.
El Ciclón Nargis arrasó Myanmar el 2 y 3 de Mayo del 2008. Creó olas enormes. Según fuentes fidedignas, dejó aproximadamente 134.000 muertos o desaparecidos.
«Mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin ... todo esto será el principio de dolores.» Mateo 24:6,8
Como Jesús dijo en el versículo anterior, estas señales solo son el 'principio de dolores' y las cosas se pondrán mucho peor antes de mejorar. Más hoy que mañana.
Procura edificar tu aposento, antes de que sea demasiado tarde. Reza y haz penitencia.